El Resplandor


Autor: Stephen King
Título: El resplandor
Editorial: Plaza y Janés
Año: 1982 (1977)
Páginas: 504

«Si abría los ojos y veía moverse el picaporte, se volvería loco, así que los dejó cerrados y después de un tiempo inconmensurable, hubo tranquilidad».

Publicada en 1977 por primera vez, El resplandor es la tercera novela de Stephen King, fue su primer éxito de ventas y la novela que le hizo saltar a la fama como maestro del terror.

La novela ha sido adaptada dos veces, la primera de ellas archiconocida y la que le ha brindado un parte importante de su fama, la adaptación de Kubrick en 1980, con Jack Nicholson y Shelley Duvall, no obstante, no es un secreto que Stephen King no quedó muy satisfecho con la película de fama mundial debido a los cambios que Kubrick había introducido respecto a la novela, de esta forma, en 1997, bajo la supervisión de King, se realizó una segunda adaptación, esta vez televisiva, en una miniserie de tres partes dirigida por Mick Garris y que utilizó en muchas de sus escenas el Hotel Stanley, en Colorado, en que Stephen King se inspiró para escribir la novela.

Debido a la enorme fama de la película de Kubrick es difícil que alguien no sepa de qué trata el resplandor, Jack Torrance, junto con su mujer Wendy, y el hijo de ambos, Danny, va a pasar el invierno como vigilante de un hotel de lujo en las montañas de Colorado, que como consecuencia de las fuertes nevadas, queda completamente aislado. Sin embargo Danny no es un niño de cinco años corriente, posee lo que su amigo Halloran llamará el esplendor, la capacidad de ver y percibir cosas que otros no perciben, ya sea los pensamientos o sentimientos más fuertes de sus padres o ciertos acontecimientos que aún no han ocurrido, estas capacidades extrasensoriales le mostrarán a Danny que el hotel tiene muchas sorpresas reservadas para la familia, y casi todas desagradables.

Sin embargo, lejos de quedarse estancada en el tema sobrenatural la novela trata temas duramente reales desde, de hecho se podría decir que uno de los temas centrales del libro es el alcoholismo, y como consecuencia de este, la violencia en el ámbito familiar y los problemas de pareja, pero además King aporta la desgarradora e inocente visión de un niño de cinco años que puede saber en qué están pensando sus padres, que su madre quiere pedir el divorcio o que su padre está pensando en la bebida, eso que Danny llama 'algo malo', y, a pesar de todo esto, los tres luchan por ser una familia unida y olvidar el pasado, a pesar de que los antiguos huéspedes del hotel se empeñen en truncar sus planes.

La novela no cuenta con muchos personajes, los tres principales, un cuarto algo mas secundario y algunos personajes que aparecen o son recordados de vez en cuando. La estructura en capítulos cortos alterna las visiones de los tres personajes principales, Jack, Wendy y Danny y, en muchas ocasiones Jack altera la línea temporal del relato para contar el mismo lapso vivido desde perspectivas distintas.
El resplandor es sin duda una de las novelas más impactantes del autor, con escenas realmente terroríficas, King no se deja llevar por un terror explícito, aunque cuenta con algunas descripciones muy gráficas, sino que utiliza más un terror psicológico, haciendo que sus personajes tomen sus miedos por locura y se dejen arrastrar poco a poco por los horrores que inundan el Overlook, que se presenta casi como un ser con vida que juega con aquellos que habitan en él. Es un proceso lento que se puede observar sobre todo en el desarrollo de Jack, que, a pesar de todos sus problemas, es un buen hombre que ama a su familia, pero que, progresivamente, se va viendo consumido por su entorno.

Es difícil saber cuál de los tres personajes aporta más a este relato, si al principio quedamos fascinados por las inquietantes habilidades de Danny y la difícil lucha interna de Jack, puede parecer que Wendy desempeña un papel secundario y que es un personaje más plano, pero a lo largo de la novela King se va metiendo en el interior de este tercer personaje, desarrollándolo, y aportándoles matices que la convierten en un personaje fuerte y clave para el desarrollo de la historia (así, una de la críticas de King a la adaptación de Kubrick fue que el personaje de Shelley Duvall no aportaba nada a la película).

El Resplandor es, en definitiva, un novela que aúna aspectos muy humanos y duramente realistas de la vida de una familia con problemas, pero también todo un entramado parapsicológico que tiene que ver con capacidades extrasensoriales, almas atrapadas, posesiones y un largo etcétera. Es una obra asequible incluso para aquellos que no han leído nada de King, se lee con facilidad y engancha terriblemente. Recomendada incluso para los que hayan visto la película, les haya gustado o no.

P.D.: Una de las curiosidades más llamativas para el lector español es que, en la única traducción oficial que existe a esta lengua, por Marta I. Gustavino, la palabra que se usa para referirse a los poderes de Danny (Shining en la versión original) es siempre esplendor, y no resplandor, y sin embargo el título de la novela sigue siendo El Resplandor, suponemos que la novela ha conservado a este título como consecuencia de la fama de la película de Kubrick.


BANSHEE




Temporadas: cuatro
Año: 2013-2016
País: Estados Unidos
Cadena original: Cinemax
Creador: Jonathan Tropper, David Schickler y Alan Ball



Después de cuatro temporadas decimos adiós a Banshee, una de las mejores series del repertorio de los últimos años y, tristemente, de las menos conocidas. Y a pesar de que en un primer momento Banshee se promocionó como la nueva serie del creador de True Blood (Alan Ball, al que también conocemos por la mítica Six Feet Under, sin duda ha conseguido superarla con mucho, tanto en su argumento como en sus personajes y en la calidad de la serie (quizá no en litros de sangre vertidos, pero tampoco se queda atrás).

Banshee cuenta la historia de un ex-convicto (Antony Starr) que, tras catorce años en prisión, va a buscar a la que fue su amante a un pequeño pueblo de Pensilvania llamado Banshee, nada más llegar, es testigo de la muerte de Lucas Hood, que se dirigía al pueblo para ejercer como Sheriff, así que este decide esconder su cuerpo y asumir su identidad para ocultarse de los gánsters que le persiguen. Con este argumento como base, la serie cuenta como el nuevo Lucas Hood, desempeña el papel de sheriff en un pueblo que, aunque aparentemente tranquilo, está lleno de criminales, el mayor de ellos Kai Proctor (Ulrich Thomsen), un poderoso empresario actúa siempre por encima de la ley, y, ya que dicen que no hay una buena historia sin un buen antagonista, Proctor, desde luego, está a la altura. Por su parte, Hood y 'su equipo' parecen no haber olvidado del todo su pasado como criminales.

Uno de los mayores éxitos de Banshee es la creación de personajes muy bien caracterizados, con personalidades extravagantes y características muy definitorias, como es el caso de Carrie (Ivana Milicevic), la co-protagonista femenina, es una mujer fuerte, que, en las primeras temporadas parece lidiar para sostener un pasado como delincuente de alto rango y su nueva vida como madre de familia, y poco a poco va adquiriendo las características de una suerte de Nikita, dispuesta a absolutamente todo, o Rebecca Bowman (Lili Simmons), una jovencita de la comunidad amish, que decide revelarse contra su vida devota y trabajar para su tío Kai, con el que tendrá un relación poco convencional. Y otros personajes más secundarios pero también muy impactantes, como Clay Burton (Matthew Rauch), el asistente de Proctor, un sádico y enfermizo asesino, prácticamente invencible, que nos ha proporcionado algunas de las escenas más brutales de la serie.

La serie se caracteriza por una mezcla entre lo retro y lo decadente, con una gran carga de acción pura y dura, explosiones, armas de fuego, persecuciones, asaltos a edificios de máxima seguridad, y a veces tiende al cliché propio del género —como una heroína con traje de cuero y pintura de guerra— que hace que la serie se parezca más al típico cómic americano que a las series a las que nos tienen habituados. Este ambiente también está relacionado con algunos de los temas que se tratan de fondo en la serie como el de las comunidades amish ya mencionadas o las reservas protegidas de indios.

Una de las curiosidades de la serie es que, si bien sabemos muchas cosas de su vida antes de llegar a Banshee, en ningún momento se desvela el verdadero nombre del protagonista.

Pero por lo que más destaca Banshee es sin duda por su altísimo contenido violento, eso sí, la serie tiene una enorme estética de la violencia, si podemos llamarlo así, queda muy lejos del gore, y de las vísceras por las vísceras. La serie se recrea enormemente en las peleas cuerpo a cuerpo, con unas coreografías realmente trabajadas, algunas de ellas realmente impactantes, dejando algunas de las mejores escenas de violencia que ha dado la televisión en los últimos años. De la misma forma, la serie también tiene un alto contenido sexual, aunque en menor medida, no hay escenas explícitas en sí mismas pero sí muchas no explícitas y bastantes desnudos integrales, femeninos y también masculinos.

La narración se caracteriza por uso de los flashback que nos ayudan a entender mejor la historia de los personajes y, en algunos casos, qué les motiva en cada situación. En muchos casos estos flashback duran apenas unos segundos y se repiten de forma continuada creando en el espectador una sensación de circularidad en la trama y los argumentos que genera un ambiente envolvente.


Banshee queda finalizada después de cuatro temporadas que mantienen un tono bastante uniforme, si bien es posible que la tercera sea la que más acción tiene, y la que más desarrolla en general a los personajes. La cuarta y última temporada, algo más light, puede resultar algo extraña a los fans, que se van a encontrar con personajes y escenarios nuevos, como la pérdida del mítico CADI, el concesionario abandonado que sirvió de comisaría durante las tres primeras temporadas. Sin embargo, la serie nos brinda un final realmente bueno, en el que tenemos casi de todo, un giro argumental importante, explosiones, peleas de las duras entre algunos de los protagonistas, alguna muerte, y, sobre todo, despedidas. En definitiva, Banshee cierra a lo grande, y aunque cuatro temporadas nos pueden haber sabido a poco, lo cierto es que la serie ha mantenido su magia del primer al último episodio, cosa de la que no todas las series pueden presumir.


P.D.: Aquí os dejo el enlace a una de las mejores escenas violentas de la serie (Aviso: Spoilers 3ª Temporada)



Pesadilla

Selección: Douglas E. Winter
Título: Pesadilla
Editorial: Grijalbo
Año: 1989
Páginas: 299

«Naranja de angustia, azul de locura. Cuán cierto. Lo que infecta mi cerebro ha afectado mi sentido de los colores. Cada vez más, naranja y azul se imponen a los otros colores que veo. No tengo elección. Apenas veo otra cosa. Mis cuadros están repletos de naranjas y azules».
Naranja de angustia, azul de locura, David Morrel

Pesadilla es la segunda parte de la antología de relatos que en Estados Unidos se publicó bajo el nombre de Prime Evil (1988) en un único tomo, de cuya primera parte (Escalofríos) hablamos hace unos meses.

Este segundo volumen incluye siete relatos divididos en tres partes, donde se aprecia de nuevo un cierto hilo conductor, en especial los tres relatos centrales, en mi opinión los más impactantes y trabajados, que, como el nombre de la sección indica implican una cierta circularidad en su trama, destacando con mucho el relato de Ramsey Campbell, La próxima vez sabréis quién soy, en el que se nos presenta un manuscrito anónimo enviado a los editores, con un tono ciertamente vengativo, que deja una regusto inquietante en el lector. También muy destacable, A vuelta con los muertos, un relato con un ritmo menos frenético que los demás, en el que el tiempo parece detenerse (para los muertos y para los vivos) creando una atmósfera turbadora, para la eternidad.  

El cuento de El Enebro, de Peter Straub, uno de los grandes del género, abandona la temática principal de los cuentos de esta colección, de origen sobrenatural para centrarse en un niño que sufrió abusos en su infancia, si bien la narración es impecable, puede resultar desagradable si no es la temática que vas buscando.

Pero, sin duda, el relato más impactante de este segundo volumen, y, si se me permite de la antología al completo, es el de David Morrell, Naranja de angustia, azul de locura, que narra la historia de un estudiante de arte que, obsesionado con el efecto que producen en él los cuadros de Van Dorn (pintor que hace clara referencia a Van Gogh), acaba por suicidarse, como el pintor, arrancándose los ojos. Con el fin de destapar los motivos de su muerte, su mejor amigo va a sumergirse, lentamente, en la misma clase de locura. Es un relato impactante, con imágenes fuertes y vivas que, si bien puede parecer predecible en un principio, acaba sorprendiendo y sobrecogiendo al lector.

En definitiva, si cupiese hablar de dos volúmenes separados (ya que en inglés constituyen una única colección), diría que este segundo volumen es algo más flojo que el anterior, aunque con un comienzo muy fuerte con el relato Morrell, en mi opinión posiblemente el mejor relato de la antología completa. Aún así, me atrevería a decir, que para el lector del género del terror es imprescindible echarle un ojo a la antología y detenerse en algún que otro relato.



Contenidos:

Secretos
Naranja de angustia, azul de locura, David Morrell
El enebro, Peter Straub

Cuentos circulares
A vuelta con los muertos, Charles L. Grant
La última aventura de Alicia, Thomas Ligotti
La próxima vez sabréis quien soy, Ramsey Campbell

Debido a las tinieblas
La piscina, Whitley Strieber
Debido a la tinieblas, Jack Cady