Cuernos

 
Autor: Joe Hill
Título: Cuernos
Editorial: Suma
Año: 2010
Páginas: 464



                          "Tal vez todos los planes del demonio no eran nada comparados con lo que eran capaces de tramar los hombres."

Cuernos cuenta la historia de Ignatius Perrish que, un año después que la que fue su novia durante años fuera asesinada brutalmente, se levanta una mañana para descubrir mirando al espejo que le ha salido un par de cuernos y que estos hacen que, sin él quererlo, la gente le confiese sus más oscuros secretos y deseos. Joe Hill toma un punto de partida que podría parecer algo frívolo o incluso cómico para llevarlo hasta extremos completamente inesperados, los cuernos son solamente una excusa para mostrar el lado más oscuro del ser humano.

Pero Hill no se queda ahí, gran parte del libro se dedica a hacer una reflexión teológica, ya no sólo sobre la existencia o no de un Dios, sino sobre la benevolencia de este y su papel en nuestras vidas. La novela entera es un alegato contra toda concepción tradicional de lo que llamamos pecado situando precisamente a los más pecadores como las mejores personas.

La novela está dividida en cinco grandes partes que se dividen a su vez en capítulos más breves. Si bien hay una línea argumental principal que sigue la historia del protagonista, la estructura temporal se rompe en numerosas ocasiones, ya que la narración se corta cambiando del pasado al presente, y retrocediendo en numerosas ocasiones, para dar sentido a ciertos fragmentos del libro, y creando al final una total circularidad del argumento, el final no es sorprendente, es simplemente redondo. Hill hila con maestría cada uno de los pequeños y desordenados fragmentos que ha ido planteando a lo largo de la novela. 

Lo mismo pasa con los narradores, los cuatro protagonistas principales, que se alternan para contar un mismo hecho desde distintos puntos de vista. La narración es rápida, hace recaer toda la fuerza en los intensos diálogos y las descripciones, más breves, son claras y muy visuales, transmitiendo más bien golpes de efecto que paisajes en general. Los personajes tienen una gran profundidad, y la primera impresión sobre cada uno de ellos se modifica varias veces a lo largo de la novela.


Es difícil englobar la obra en un único género, sin duda Hill se dedica principalmente a escribir terror, y tampoco podemos sacar a Cuernos del terreno fantástico, por mucho que queramos entender los cuernos como un símbolo. Sin embargo sería un error quedarse ahí, la novela tiene de fondo una historia de amor en su estado más puro y, lejos de la sangre, el fuego y la venganza, Hill cuenta una historia profundamente emotiva en la que, toda acción, buena o mala, es movida por el amor. Pero no la entendamos como una novela en tonos pastel, las descripciones y los diálogos pueden ser tremendamente gráficos e impactantes, pasando a menudo el límite de lo macabro y lo grotesco y poniéndote los pelos de punta y rozando a veces un estilo un tanto tarantinésco

Otro de los puntos fuertes de la novela es su gran simbolismo, no solo en las referencias bíblicas, que son también una constante, sino también dentro de la propia novela, creando un microcosmos que envuelve al lector del que se hace difícil salir. Mi opinión, totalmente recomendable, pero tienes que llevar la mente abierta.

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